Inquietante
inquietante camino... cargado de sorpresas,
trampas, retos y recompensas...
curioso camino, que te portas como un
niño...
rebelde, astuto, sincero y sin guiños...
camino empedrado, asfaltado o arenoso,
tu aparentar no deja de ser engañoso...
pues en él las trampas están al acecho,
de un peregrino que lo da por hecho...
guardas obstáculos y de ahí tu grandeza,
pues superarlos acaba siendo una proeza...
sin miedo a tu enorme serenidad y sigilo,
mejor andarte sin pausa pero tranquilo...
y aunque parásitos hambrientos se agarren,
siempre será la cura la palabra y su
sangre...
por eso,
aquí y ahora te reto a acompañarme,
pues sin ti, nunca seré persona grande.
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